
Se define como alta capacidad cuando el coeficiente intelectual obtenido iguala o supera los 120 puntos, mientras que cuando lo hace sobre 130 hablamos de sobredotación. En los niños y niñas con altas capacidades la capacidad de razonamiento lógico es superior a la media poblacional de referencia y su funcionamiento para contenidos académicos tiende a ser sobresaliente con un inicio de desarrollo en el lenguaje o adquisición de aprendizajes iniciales como la lecto escritura precoz. Sin embargo, en estos casos suelen sufrir una disincronía entre desarrollo lógico y emocional lo que le genera dificultades para gestionar las emociones y a menudo se sienten incomprendidos entre sus iguales. Esto se acentúa en los más pequeños donde pueden razonar aspectos lógicos muy complejos y sin embargo perderse en el manejo emocional o social sin que existan alteraciones primarias en estos aspectos.
A pesar de que no tienen problemas en la adquisición como tal de contenidos académicos, la necesidad de mayores retos para sentirse motivados y cubrir su necesidad de estimulación hace que frecuentemente se desmotiven en el colegio y tengan alteraciones emocionales que se trasladen a problemas académicos inicialmente incompresibles.
Otro de los aspectos frecuentes que suelen darse es que dada la necesidad de estimulación y la desmotivación ante contenidos que ya controlan puede generar cierta inquietud que puede confundirse con hiperactividad.
Para comprender las necesidades del niño o niña es necesario valorar su capacidad intelectual así como su estado emocional y la repercusión del mismo sobre su funcionamiento cognitivo ya que pueden confundirse con trastornos de sintomatología o repercusión parcialmente similar.
Una estimulación dirigida a la motivación, la dotación de recursos para la identificación y manejo emocional así como el manejo de las “exigencias” académicas resulta fundamental en altas capacidades, así como el abordaje por parte del profesorado para ampliar con contenidos asociados al contenido central para cubrir las necesidades indicadas.
El seguimiento de los mismos así como de su integración entre iguales y de su estado emocional es imprescindible para evitar problemas académicos, sociales y emocionales en la niña o niño.
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