
El Dr. Rodríguez Uranga ha participado el pasado día 4 de Marzo en Madrid como moderador y ponente en el III ARC de Epilepsia presentando y dirigiendo la mesa sobre nuevos métodos diagnósticos en epilepsia celebrado en el Ayuntamiento de Madrid
El pasado fin de semana se celebró en Madrid el III ARC en Epilepsia, el responsable de la Unidad de Epilepsia del Centro de Neurología Avanzada-Integraclinic participó como ponente y monderador en una reunión a la que asistieron más de 250 neurólogos de todo el país.
Las herramientas diagnósticas han cambiado mucho en los últimos 30 años, siendo hace años la base del diagnóstico en epilepsia la semiología y la electroencefalografía, va ganando valor progresivamente la neuroimagen estructural, funcional, la fusión de técnicas de imagen y estudios analíticos especiales.
Todo ello ha llevado a que progresivamente vayamos focalizando cada vez más la localización lesional y que en lugar de definir una epilepsia como temporal, hablemos de epilepsia de amígdala o de hipocampo. Esto último surge fundamentalmente en los últimos 15 años con la clasificación de las displasias corticales y la extensión de los programas quirúrgicos. En estas displasias, sobre todo en las tipo I, la RNM de 3 teslas ha aportado mucho en su diagnóstico y manejo.
Además, en muchos casos, durante el estudio prequirúrgico, damos muchas veces más valor a la imagen, sin despreciar a la neurofisiología, por ejemplo, si la RNM muestra una atrofia hipocampal clara unilateral, aunque la neurofisiología no sea clara, se sabe que es poco probable que las crisis no vengan de ese hipocampo patológico y se pueda ir a la cirugía con grandes garantías si la semiología o el PET lo apoyan, sin necesidad de estudio invasivo.
También ha ganado valor la imagen en la definición de la elocuencia de las áreas cerebrales con la RNM funcional, sobre todo en localizar el área motora, lenguaje o memoria, aunque aun falta para llegar a conseguir el estándar, que sigue siendo el test de Wada, si bien, la necesidad de esta prueba invasiva se ha limitado a casos muy seleccionados
No pensábamos hace años que ante una patología hemisférica extensa podríamos ver una actividad EEG patológica lateralizada al hemisferio sano como expresión de una falsa lateralización, o que una encefalopatía con epilepsia generalizada sintomática a una lesión podría curarse con cirugía, ahí la experiencia de los programas de cirugía ha sido determinante.

Ayuntamiento de Madrid
Las técnicas de corregistro PET-RNM también aportan en casos no lesionales sugestivos de displasias tipo I, para poder seguir adelante con el estudio prequirúrgico y definir estrategia de implantación de electrodos y no tener que hacer “fishing expedition”, la cual sabemos que tiene una baja rentabilidad pronóstica.
También sabemos con las técnicas de RNM funcional por qué una epilepsia generalizada muestra clonías lateralizadas y como se activa la zona motora en estos casos.
La neurofisiología tampoco se ha quedado atrás y algunas técnicas como la fusión RNM y EEG, y el análisis de oscilaciones de alta frecuencia, pueden diferenciar casos dudosos entre epilepsia generalizada primaria y focal con sincronía.
En cuanto a la genética en epilepsia, estamos aun un poco perdidos ante los múltiples hallazgos de significación incierta que encontramos cuando hacemos estudios tipo panel o exomas, si bien, se están creando grandes bases de datos que ayudarán en breve para definir mejor la relación fenotipo-genotipo.
Igualmente, los estudios de autoinmunidad se están desarrollando de una forma importante y van a ser determinantes en el manejo diagnóstico y terapeútico de un grupo complejo de pacientes.
Seguro que el desarrollo de todas estas técnicas de imagen, neurofisiológicas y analíticas va a llevar a una mejor aproximación etiológica y que ese gran grupo de las epilepsias criptogénicas se vaya reduciendo, con una traducción seguro que positiva sobre el control de la epilepsia de nuestros pacientes.
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